La creación y una fe lógica

La creación y una fe lógica

No tengo mucha fe en la lógica como una solución para los problemas del mundo, pero yo quiero una fe lógica. No exijo que mi fe se equipare a la “lógica científica” como se la concibe actualmente, pero espero que sea coherente en todos los aspectos. Me refiero aquí a la lógica interior de la Escritura y la doctrina, por supuesto. Quiero creer lo que la Biblia enseña, pero también quiero que esa creencia sea lógica. No quiero creer en “fábulas artificiosas” (2 Pedro 1:1)*.

Me rehúso a creer en cualquier “doctrina cristiana” que yo no pueda basar satisfactoriamente en la Biblia. Pero también me rehúso a negar cualquier doctrina cristiana apoyada en la Biblia, aun si ésta fuera impopular o se la considere “no científica”. Hacerlo sería ilógico.

Tengo un amigo que es el capellán de la universidad estatal donde enseño. Este pastor tiene una fe ilógica, y piensa que eso le ayudará a atraer a Cristo a nuestros estudiantes universitarios. Cree, según dice, en la existencia de Dios, en Jesucristo como su Salvador, en el nacimiento virginal y en la vida venidera, pero no cree en la Creación. Para mi modo de ver, esto hace que su fe carezca de sentido y resulte ilógica. Muchos cristianos presuntamente “lógicos” comparten la fe ilógica de este pastor universitario. En este breve artículo trataré de explicar por qué es ilógico desde el punto de vista bíblico y doctrinal no creer que Dios creó la vida sobre la tierra en seis días literales.

Por Ed Christian – Continuar leyendo el artículo original

¿Qué enseña Génesis sobre la creación y el diluvio universal?

¿Qué enseña Génesis sobre la creación y el diluvio universal?

Aunque no tenemos información bíblica de cuándo creó Dios el universo, sí hay evidencias que la semana de la creación descrita en Génesis no sucedió hace miles de años, sino más recientemente.

En este artículo deseo compartir un resumen de las evidencias bíblicas basadas en Génesis 1 al 11 que me llevan a responder de manera afirmativa a este interrogante.1 Me ocuparé entonces brevemente y siguiendo un orden, de las tres partes principales de esta pregunta.

 

¿Describe el relato de los orígenes del Génesis una semana literal de siete días?

¿Hay alguna evidencia en el texto del Génesis que indique que el relato de la creación tiene que ser tomado literalmente? En efecto, así es. En primer lugar, el género literario de Génesis 1-11 señala la naturaleza histórica literal del relato. Muchos estudiosos han mostrado que la mejor designación de género de esta sección de las Escrituras es “prosa narrativa histórica”.2 Las narrativas de Génesis 1 y 2 carecen de cualquier clave que lleve a tomarlas como algún tipo de literatura no literal, simbólico-metafórica o “metahistórica”.

Por Richard M. Davidson – Continuar leyendo artículo original

Yo creo en un Dios Creador

Yo creo en un Dios Creador

Me hallaba frente a la oficina del director. Mi madre, una fiel adventista, estaba adentro junto a él, al inspector escolar y a los docentes de mayor experiencia, rogando que me exceptuaran de ir a clase los sábados. Yo asistía a quinto grado y estaba ansioso esperando el veredicto que era muy importante para mí. Quería ser fiel a Dios y su verdad. Dios era el personaje más grande de mi vida. ¿Sería mi fidelidad a él algo que se interpondría en la prosecución de mis estudios?

Esperé por casi una hora cuando abruptamente la puerta se abrió. El director, un hombre grande, me dirigió una mirada escrutadora y disparó una serie de preguntas que me dejaron mudo. “¿Qué es esto de creer en Dios? ¿Quién es él finalmente? ¿No sabes que Yuri Gagarin, el astronauta ruso, fue al espacio y desde allí anunció que no había encontrado a Dios? ¡No hay Dios! Cortemos esto. ¡No vamos a regresar a la Edad Media!”

Realmente no supe cómo responderle. Dentro de mí pensé cuán fácil habría sido para Dios escribir un mensaje luminoso a través de los cielos para que todo el mundo lo viese y lo creyese, y de esa manera todos los escépticos habrían sido silenciados.

Por Danilo Boskovic – Continuar leyendo artículo original

La naturaleza ¿un rompecabezas?

La naturaleza ¿un rompecabezas?

Mientras tratamos de colocar las piezas en el rompecabezas de la naturaleza, debemos tener presente que estamos trabajando solamente en una pequeña esquina, y que la esperanza de poner la última pieza está más allá de nuestro conocimiento.

Los hombres de ciencia tratan de encontrar modelos o sistemas en las cosas que todos nosotros, los seres humanos, vemos y experimentamos. Los modelos más deseables son los que resumen muchas observaciones en un principio compacto. Por ejemplo, las leyes de movimiento de Newton, suficientemente compactas como para escribirlas en una tarjeta postal, proveen un cuadro simple y elegante de las órbitas planetarias alrededor del sol y al mismo tiempo describen el movimiento de una pelota de béisbol durante la trayectoria, o de un auto en la autopista, como también cualquier otra clase de movimientos que vemos en nuestra vida diaria.

El extraordinario éxito de las leyes de movimiento de Newton ha llevado a los investigadores a esperar otras poderosas leyes para explicar y simplificar otros fenómenos. Cada vez que alguien descubre uno de estos principios organizadores, se produce un gran regocijo entre los científicos, algo así como la satisfacción de encajar piezas en un rompecabezas. A medida que se descubre una nueva ley, el universo parece más comprensible. A la vez, cada nuevo éxito es una invitación a la especulación acerca del tamaño general del rompecabezas. ¿Estamos a punto de cerrar los límites y completar el modelo? ¿Estamos a punto de encontrar el último conjunto de leyes necesarias para describir el universo, que nos darían una capacidad ilimitada para entender y predecir fenómenos naturales?

Por J. Mailen Kootsey – Continuar leyendo artículo original

¿Casualidad o diseño?

¿Casualidad o diseño?

Después de trabajar hasta tarde en la noche, mi amigo estaba exhausto. Subió a su automóvil y comenzó el largo viaje de regreso a la universidad donde estudiaba. Estaba conduciendo por un camino de campo poco transitado cuando el cansancio lo venció… y su vehículo se hundió en las aguas de un arroyo junto al camino. Sobrevivió a la experiencia con severas lesiones. Con los nervios de la parte inferior de su médula espinal cortados, ya no tenía control de las piernas. Estaba destinado a una silla de ruedas por el resto de su vida.

Le llevó mucho tiempo sanarse. Afortunadamente, mi amigo no era una persona ordinaria. Él no iba a permitir que sus severos problemas lo convirtieran en una carga para la sociedad. Decidió ayudar a otros y, a pesar de todos los obstáculos que enfrentaba, finalmente terminó sus estudios universitarios de grado. Su atractiva personalidad, perseverancia y dedicación a Dios le ayudaron mientras servía con éxito como docente, redactor, capellán y pastor. Muchos fueron bendecidos por su simpatía y comprensión. Desafortunadamente, sus piernas continuaron deteriorándose hasta el punto de tener que ser amputadas.

Por Ariel A. Roth – Continuar leyendo artículo original