Ecología, biodiversidad y creación: un enfoque estructural

Ecología, biodiversidad y creación: un enfoque estructural

John Ashton cree en Dios. Cree en el informe del Génesis acerca de la creación. También es un investigador científico. De modo que se sorprendió cuando otro investigador desafió su creencia en una conferencia en la Universidad Macquarie, en Sydney, Australia. En ella, un relator daba evidencias que apoyaban el informe bíblico de la creación, pero otro investigador decía que él no creía que fuera posible encontrar a un hombre de ciencia con un doctorado que creyera en una creación literal en seis días. En ese momento, alguien mencionó los nombres de dos científicos que creían en el creacionismo. John Ashton era uno de ellos. Cuando supo acerca de esta conversación (él no había estado presente en la conferencia), aceptó el desafío, y el resultado fue la maravillosa colección de ensayos, In Six Days: Why 50 Scientists Choose to Believe in Creation.

Cuando recibí su invitación de contribuir al libro con un ensayo, al principio entendí que debía escribir específicamente acerca de la creación en seis días desde una perspectiva científica. Sin embargo, esa no era la intención de John Ashton. Yo creía en una creación en seis días, pero no por razones científicas. ¿Qué podría decir alguien acerca de este tema desde una perspectiva científica? ¿Cómo podría dar evidencias científicas de que la tierra y la vida fueron creadas en seis días literales? Yo sabía que había muchas áreas del creacionismo que podían ser estudiadas científicamente, pero no creía que la creación en seis días fuera una de ellas. Eso debía aceptarse estrictamente por la fe en la Biblia.

Por Henry Zuill – Continuar leyendo artículo original

¿Es razonable creer en una creación reciente de seis días de duración?

¿Es razonable creer en una creación reciente de seis días de duración?

Antes de contestar la pregunta acerca de si es razonable creer en una creación reciente en seis días, es importante definir elementos claves tales como “racional”, “reciente”, “seis días”. Mientras que a la ciencia se la relaciona con el término “racional” y por lo tanto se espera que sea razonable, muchos han asociado al creacionismo con “fe” y por ello aparenta ser incompatible con cualquier cosa que sea “racional”.

Pero la fe basada en la Biblia –en este caso puntual la creación– es “racional” dado que no es mística y/o irracional. Por el contrario, presenta evidencias históricas (la Biblia es un documento histórico), naturales y concretas para sus afirmaciones. Aunque es verdad que la Biblia no es un registro científico moderno del proceso de la creación, sino que más bien requiere que aceptemos a la creación por fe (Hebreos 11:3, 6), no se espera que nosotros ejerzamos una fe ciega o simplista. Por el contrario, la Biblia ofrece un marco de referencia y argumentos para que la fe sea convincente, mostrando que los eventos y elementos presentados por la Biblia son verdaderos tanto cosmológica como históricamente.

Por Gheorghe Razmerita – Continuar leyendo el artículo original

Desde la evolución a la creación: una experiencia difícil

Desde la evolución a la creación: una experiencia difícil

“Tu madre va a ir al infierno y será atormentada por toda la eternidad”. Eso era lo que le oía decir una y otra vez a mi maestra católica sobre mi madre luterana, que se estaba muriendo de cáncer. ¿Cómo puede un Dios de amor castigar a una madre fiel como la mía? Si ése es Dios, lo odio. A los 10 años yo ya era un ateo convencido.

Con el tiempo me gradué con especialización en zoología en la universidad de Capetown, Sudáfrica, donde se enseñaba la teoría de la evolución. Entre mis profesores había hombres brillantes cuyos trabajos sobre la evolución humana llevados a cabo en cráneos habían hallado lugar en los museos de todo el mundo. Ateo a carta cabal, proseguí mis estudios para obtener el doctorado y comenzar mi carrera como ayudante de cátedra en la Universidad Stellenbosch. Mi vida entera giraba en torno a la evolución. Enseñaba esa teoría y basaba todas mis investigaciones en ella. Para mí, Dios no existía.

Cierta vez, cuando estaba dando una clase, una joven estudiante me enfrentó de esta manera: “Lo que usted está diciendo, Dr. Veith, es mentira. Dios creó los cielos y la tierra en seis días”. Exploté de ira y de inmediato me puse a hacer trizas sus argumentos hasta que ella empezó a llorar. Los estudiantes quedaron impresionados por mi habilidad para refutar la doctrina de la creación.

La vida me sonreía. Tenía una esposa maravillosa, un hermoso bebé y una carrera prestigiosa. Dios era lo último en lo que yo pensaría. Hasta la noche en que mi hijo enfermó de muerte.

Por Walter Veith – Continuar leyendo el artículo original

Creacionismo ¿válido aún en el nuevo milenio?

Creacionismo ¿válido aún en el nuevo milenio?

El creacionismo no es para tímidos o timoratos. Está basado en una aseveración de hace 3.500 años que se encuentra en la Biblia: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra” (Génesis 1:1, VRV). Sin embargo, la mayoría de los científicos contemporáneos creen que la vida fue el resultado tardío de una enorme explosión natural de la materia primitiva hace billones de años. Creer en la creación es ir contra la marea.

“Nada en biología –escribió Dobzhansky– tiene sentido excepto a la luz de la evolución”. Los directores de la revista Science, prologando una edición especial sobre la evolución, afirmaron no hace mucho: “Los conceptos intelectuales que surgen de nuestra comprensión de la evolución han enriquecido y cambiado muchos otros campos de estudio”. En el mismo ejemplar escribió Stephen Jay Gould: “La evolución orgánica … [es] uno de los hechos más firmes jamás convalidados por la ciencia”.

La respuesta creacionista estándar a este tipo de declaraciones es señalar defectos en los argumentos evolucionistas. Pero los creacionistas están en una mejor posición cuando muestran que sus explicaciones logran mejores resultados que las evolucionistas. Su meta debiera ser desarrollar un paradigma tan funcional que la gente tuviera que admitir: “Nada en biología tiene sentido excepto a la luz del creacionismo”.

Con esto como trasfondo, consideremos unos pocos aspectos del creacionismo aún válidos para investigadores cristianos del siglo XXI.

Por George T. Javor – Continuar leyendo el artículo original

Afirmando nuestra posición acerca de la creación

Afirmando nuestra posición acerca de la creación

Me permito efectuar este llamado con el conocimiento del constante debate en algunos ámbitos, entre la fe y la ciencia, en particular en lo que se refiere a los orígenes y a la creación.

Como comunidad, siempre ha sido para nosotros de suma importancia permanecer cerca de las Escrituras. La fe tiene en ella su punto final de referencia. No debemos permitirnos una posición que nos aleje de la Biblia para definir nuestros valores y expresar nuestras creencias.

Nuestra posición como iglesia en relación con los orígenes está claramente expresada –aunque en términos generales– en nuestras Creencias Fundamentales. Esta posición se ve reforzada por una declaración votada por la Junta Directiva de la Asociación General en el Concilio Anual 2004.

Por Jan Paulsen – Continuar leyendo artículo original.