El oso pardo

El oso pardo

Historia infantil para relatar en el rincón de los niños, previo al sermón para adultos.

 

Preparación de la ilustración

Recomendamos que la persona encargada de narrar esta ilustración pregunte a los niños cuántos tienen un osito de peluche. Puede enseñar un osito de peluche antes de narrar la historia.

 

Cómo son y dónde viven los osos pardos

Hoy hablaremos de los osos pardos. Estos animales viven en el bosque o en zonas pantanosas y los adultos pueden alcanzar casi los dos metros de altura cuando se paran en sus patas de atrás. Los más grandes pueden superar los 200 kilogramos, así que son verdaderamente enormes.

La mamá de los osos puede dar a luz entre 1 a 5 bebés, llamados oseznos, durante enero y febrero. Los bebes no pueden ver cuando nacen, y pesan menos de un kilogramo. ¡Eso no es muy grande! ¿Saben ustedes cuánto pesaron al nacer? Los oseznos se quedan cerca de su madre, pero cuando cumplen un año y medio, ella los despide para que encuentren su propia casa. ¡Qué bueno que sus padres no hacen lo mismo con ustedes! ¿Verdad?

¿Sabían que los osos tienen un GPS incorporado? Ellos son capaces de encontrar su casa aunque estén a más de 250 kilómetros de distancia. Esta habilidad también los ayuda a encontrar de nuevo aquellos sitios que han visitado donde pueden encontrar comida y agua otra vez.

 

Sus costumbres

Los osos pardos tienen un sentido muy desarrollado del olfato y del oído, pero no pueden ver muy bien. Pueden escalar árboles rápidamente, y pueden nadar muy bien. Pueden correr hasta casi alcanzar los 50 km/h. Sus patas se parecen más a nuestras manos que a nuestros pies, aunque con uñas muy largas y fuertes.

Además, los osos pardos no son muy amigables. Cuando sienten miedo comienzan a emitir sonidos y gemidos con su respiración o sus dientes. Las hembras se comunican con sus oseznos mediante gruñidos y los bebes lloran cuando están en peligro. Y cuando se alimentan suelen emitir sonidos semejantes a los de los gatos domésticos cuando ronronean.

Finalmente, los osos pardos también se comunican usando señales corporales. Cuando un oso se siente amenazado, generalmente echa las orejas hacia atrás y baja la cabeza. Si alguna vez te encuentras con un oso pardo, esa es una señal de que debes alejarte. A ellos les encanta comer bayas de toda clase, frutas y hierbas. Cuando Dios creó a los osos pardos eran amigables y cariñosos. Pero cuando el pecado entró al mundo algunos animales se volvieron salvajes y peligrosos para el ser humano, así como nosotros a veces somos peligrosos para el resto de los animales. ¿Tú respetas a los animales que Dios creó? ¿Cómo?

 

Conclusión

Te invito a pensar en el momento que se acerca, cuando Jesús regrese y nos lleve al Cielo. Allí podremos jugar con los osos pardos y otros animales que son salvajes aquí en la tierra?

Más información para ilustrar esta historia.